​Deja de fumar hoy, tú puedes

Atrás quedaron los años en que un cigarrillo en la mano era símbolo de distinción y hasta masculinidad. El hábito de fumar no solamente crea perjudiciales efectos estéticos en dientes y piel, sino que también, diversas afecciones.

El consabido riesgo de cáncer al pulmón, laringe, garganta y lengua; la predisposición a enfermedades cardiovasculares y la adicción son solo algunos de los riesgos que corres al inhalar las más de 7000 sustancias dañinas por las que se compone el humo de un cigarrillo.

La calidad de vida asociada a dejar de fumar mejora no solo por la reducción de las posibilidades de sufrir los males asociados al tabaco, sino que también, por las señales de agradecimiento que te da el cuerpo cuando apagas tu último cigarro y dices "no más":

• Normalización del ritmo cardiaco.
• Disminución de la concentración de monóxido de carbono.
• Mejoramiento en la circulación.
• Mejora del sentido del gusto y del olfato.

Hecho ese breve repaso acerca de los perjuicios de la adicción al cigarro, también conocida como tabaquismo, y de los beneficios de dejarlo… ¿Qué esperas para parar?

Ahora bien, si tienes la voluntad de hacerlo, pero no sabes cómo empezar, podrías seguir los siguientes consejos para empezar a decirle adiós a ese nicotinoso vicio:

1. Empieza de una sola vez: Nada de gradualidades ni de empezar a fumar menos cigarros al día hasta llegar a cero. Si quieres parar de fumar, hazlo de una sola vez.
2. No te pongas motivos ni hitos: Se acabó eso de "el lunes comienzo". Eso sí, fíjate una fecha límite para dejar de fumar, y durante el periodo entre el presente y ese día preocúpate de comunicarle tu decisión a tus amigos, familiares y compañeros de trabajo. De esa forma, ellos estarán conscientes y tendrán resguardos para no tentarte y para ayudarte en caso de que flaquees.
3. Cambia tu estilo de vida: Detecta las ocasiones en las que el cigarro actúa como ritual en tu vida diaria y cámbialas o modifícalas. Por ejemplo, si solías fumar después de almorzar, hazte acompañar por alguien que no tolere el humo del tabaco.
4. Ocupa tus manos: Suena ridículo, pero si tienes las manos ocupadas no puedes fumar. Busca actividades como tejer, hacer crucigramas o incluso dedicarse a los videojuegos.
5. Ahorra: Busca un frasco transparente y en él anda echando el dinero que gastarías en cigarros; cuando termine el primer mes, te darás cuenta que es muchísimo. Sigue con esta conducta y puede que termines financiando unas buenas vacaciones o comprando ese objeto que siempre quisiste, pero que nunca pudiste permitirte. Saca la cuenta de todo lo que gastas en el año en cigarros y el monto final será un gran aliciente para dejar el tabaco.
6. Ayuda profesional: Dejar de fumar puede provocar ansiedad. Si es tu caso, no dudes en acudir a un profesional para que pueda ayudarte en un proceso que, aunque difícil, es más que recomendable: necesario, saludable y casi obligatorio. Revisa en nuestra base de psicólogos y encuentra a el o la profesional que necesitas.

Si crees que eres víctima de una verdadera adicción, también te recomendamos compartir experiencias con otras personas en tu misma situación. ¿Cómo? A través de nuestro foro.

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