Ataque de pánico: Qué es, cuáles son sus síntomas y tratamiento

La Organización Mundial de la Salud (OMS) encendió las alarmas luego de que un estudio propio revelara que tres de cada 10 personas en el mundo sufre de ataques de pánico. ¿Sorprendente no?

El problema es que muchos no tomas conciencia sobre este problema y lo califican como un simple mal típico de la modernidad o como un "ataque de histeria". Eso hasta que les pasa a ellos, pues entonces entienden la gravedad de esta condición.

¿Se imaginan lo que es sentir que nos falta el aire y que moriremos? Esto es justamente lo que sienten las personas que tienen ataques de pánico, ya que se trata de una reacción de ansiedad muy intensa en que la persona siente un miedo descontrolado.

Sus síntomas más comunes, según el manual DSM V (2014), son 13:

1. Palpitaciones o elevación de la frecuencia cardiaca
2. Sudoración
3. Temblores o sacudidas
4. Sensación de ahogo o falta de aliento
5. Sensación de atragantarse
6. Opresión o malestar torácico
7. Náuseas o molestias abdominales
8. Inestabilidad, mareo o desmayo
9. Desrealización o despersonalización, experiencias de irrealidad
10. Miedo a perder el control o volverse loco
11. Miedo a morir
12. Parestesias, sensación de quemadura o pinchazón en partes del cuerpo
13. Escalofríos o sofocos

Pese a estos síntomas, muchas personas no obtienen el diagnóstico adecuado siendo éste uno de los mayores problemas que enfrentan. De ahí la importancia de consultar con un psicólogo.

¿Quiénes pueden sufrir un ataque de pánico? Aún no se ha podido determinar qué produce este trastorno, pero sabe que hay una combinación entre una predisposición biológica, algunas características familiares y la forma en que la persona elabora su sistema de creencias.

También se ha logrado detectar que pueden surgir después de alguna situación traumática o emocionalmente significativa, como la muerte de un ser querido, una ruptura matrimonial, haber sido víctima de algún delito, entre otras causas.

Otras conclusiones señalan que es más frecuente en mujeres que en hombres, en una proporción 70-30, y comienza entre los 25 y los 35 años, aunque también se ha manifestado en niños.

Los ataques de pánico también pueden estar acompañados de otros trastornos de la ansiedad -especialmente con la agorafobia-, con el abuso de drogas y con la depresión, de hecho, esta última enfermedad prevalece en el 30 por ciento de los pacientes que sufren esta condición ansiosa.

Afortunadamente, los ataques de pánico son altamente tratables, por lo que tiene recuperación. Por esto, se debe consultar con un psicólogo para que comiencen cuanto antes su terapia, la cual puede ser conductual, cognitiva y medicación.

El tiempo que demore la persona es superar este problema dependerá de varios factores, como el tiempo que lleve con este problema, qué lo haya generado, el compromiso con la terapia, entre otros.

En el caso de las personas que son medicadas, es importante que siempre acompañen ese tratamiento con una Terapia Cognitivo Conductual, de lo contrario, una vez que abandone los medicamentos tendrán más probabilidades de recaer, pues no se habrá trabajo el problema que los genera, ni tampoco tendrán las herramientas para saber controlar la ansiedad.

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