¿Cómo afecta el calor nuestro estado de ánimo?

Hacer un trámite en pleno centro de Santiago -para muchos- puede ser una labor tediosa, pero hacerlo con más de 30 grados de calor, puede terminar siendo exasperante, pues el calor puede alterar nuestro ánimo y ponernos malgenio.

De hecho, más de alguno ha tenido que aguantar horas en un largo taco de carretera. Pero si esa congestión es en pleno verano, la gran mayoría opta por devolverse o salir de carretera pues los ánimos comienzan a tensarse con tanto calor.

¿Por qué el calor nos pone de tan mal humor? Según un artículo publicado en Psychiatric Services por el equipo de trabajo de Antoni Bulbena, catedrático de Psiquiatría en la Universidad de Barcelona, el calor incrementa la irritabilidad, incita las conductas agresivas y empeora los cuadros eufóricos y maniacos.

Otro estudio realizado por el Centro de Salud La Unión en Murcia –que analizó durante nueve años las temperaturas versus las urgencias del Hospital Psiquiátrico Román Alberca- reveló que los días en que la temperatura superaba los 30 grados Celsius, aumentaban las urgencias por trastornos obsesivos compulsivos.

Por otra parte, el doctor en Psicología y profesor de la Universidad Complutens, aseguró que las una alta temperatura "puede generar decaimiento, fatiga y al mismo tiempo puede traducirse en irritabilidad, cambio en el ánimo, por no hablar del impacto sobre el descanso".

"Cuando hace mucho calor cuesta conciliar el sueño y eso incrementa la sensación de cansancio y malestar general durante el día, que al final conduce a un peor humor", aseguró el experto.

Pero no sólo afecta a nuestro humor, sino que también el intenso calor está relacionado con la violencia. Esto, según décadas de estudios realizados en la Universidad de Berkeley, institución que aseguró que durante las olas de calor que afectaron a Estados Unidos, se registraron más asaltos, violaciones y asesinatos.

Incluso, las observaciones que realizaron estos profesionales relacionaron los enfrentamientos étnicos en Europa y guerras civiles en África con las olas de calor que se registraron en esos países.

Para Fernando Miralles, profesor de Psicología en la Universidad CEU San Pablo (Madrid), esta afectación se debe a que hay personas que son meteorosensibles, las cuales se ven afectadas por la falta de luz -en el invierno- o el exceso de calor.

"Con el calor excesivo las personas meteorosensibles se vuelven más apáticas y se sienten cansadas… Esto se ve reflejado en una mayor falta de atención y un carácter más impulsivo, impaciente y de mal humor", explicó.

Por eso, los expertos recomiendan usar ropa ligera, beber mucho líquido y evitar exponerse al sol por largas horas cuando las temperaturas estén por sobre los 30 grados, para así evitar que nuestro estado de ánimo sufra las consecuencias.

Sin embargo, si consideramos que este malgenio o irritabilidad se nos escapa de las manos, siempre podemos pedir la ayuda de un profesional. Quizás el calor sólo esté sacando a flote algún otro conflicto que estamos arrastrando y que no hemos detectado como depresión, estrés, ansiedad, entre otros, por lo que es importante tener la opinión de un experto en la materia.

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