Cuando el autismo te aísla de los demás

A fines del año 2015, la fiesta de cumpleaños de un niño de seis años fue conocida por todo el mundo. Se trataba de un pequeño con autismo que había invitado a sus 16 compañeros de curso a su fiesta, pero ninguno llegó.

La madre desesperada realizó una publicación en el Facebook de su comunidad en St. Cloud, en el estado de Florida en Estados Unidos.

"Sé que suena tonto, pero tengo el corazón roto por mi hijo", escribió la mujer junto con la historia de lo sucedido. ¿Qué pasó? Llegaron 25 adultos (policías, bomberos y algunos civiles) y 15 niños a la fiesta del menor ¡y con regalos! La frustrada fiesta terminó siendo una gran celebración.

Sin embargo, esta historia refleja una triste realidad que sufren las personas con autismo y es el aislamiento. Algo que hace sólo un mes también lamentó otro padre por Facebook: "Mi hijo tiene autismo, no lepra. Tiene seis años y mis llamados amigos, que tienen niños también, hacen fiestas infantiles. Nadie lo invita a ni una sola. ¿Tienes alguna idea de lo hiriente qué es eso?".

El Trastorno del Espectro Autista (TEA) es una discapacidad del neurodesarrollo biológico cuyo origen aún no ha sido determinado. Esta condición afecta las habilidades comunicativas y sociales de las personas, así como también su esfera de intereses, actividades y comportamientos.

Si bien puede ser que sus acciones sean distintas, también disfrutan de la compañía de otras personas. Sin embargo, suelen ser aislados, ya sea por ignorancia o por temor a sus reacciones.

Estudios además indican que cerca del 70 por ciento de las personas que padecen autismo experimentan algún problema de salud mental como depresión, ansiedad, entre otros. En esta misma línea, investigaciones han concluido que precisamente la falta de aceptación podría tener un impacto en su salud mental, pues el ser humano tiende a buscar la aceptación de sus pares constantemente.

Incluso, el hecho de que la misma persona autista no se acepte a sí misma podría conllevar cuadros de depresión y/o estrés, revelaron los estudios.

"Estos hallazgos sugieren que simplemente sentirse aceptado juega un papel clave en la salud mental de una persona", fueron partes de las conclusiones de los expertos.

Por otra parte, algunas de estas personas autistas que fueron consultados en los estudios indicaron que para ser aceptados intentaron actuar como personales sin autistas, logrando una mejor aceptación de la sociedad. Sin embargo, reconocen que fingir es tremendamente agotador y que a algunos no sólo les ha provocado depresión, sino que también algunas afectaciones físicas.

Es por eso que es importante que como sociedad nos informemos sobre el autismo y aprendamos a aceptar y entender a estas personas. En vez de aislarlos, deberíamos acogerlos y celebrar la diversidad, pues nosotros también somos seres únicos.

Un ejemplo de aceptación se registró hace poco en Chile, cuando una funcionaria de Metro ayudó a una madre que lidiaba con una crisis de su hija autista.

"Al ver a mi hijo en crisis, quiso ayudar desde el primer momento, preguntándome a cada segundo como podía hacerlo. Logró que Martín se calmara aplicando conversa, le imprimió un tren, lo sacó de la crisis y le hizo cariño. Se dio todo el tiempo para ayudarme y contenerlo, siempre con una sonrisa de oreja a oreja mientras los demás solo criticaban", relató la agradecida madre.

Recuerda siempre que las personas con autismo, al igual que tú, también necesitas cariño, sentirse aceptados, divertirse…

Si necesitas profundizar en este tema, te invitamos a consultar con nuestros psicólogos o a compartir tu experiencia en nuestra comunidad.

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