El concepto de muerte en los niños y adolescentes

Hablar de la muerte con los niños nos resulta complejo. Es un tema tabú que evitamos aun cuando se ha muerto un familiar. Preferimos decirle "ya no está", "se fue al cielo" o cualquier otra frase que indique que esa persona ya no volverá.

El no hablarles con transparencia, con información acorde a su edad, hace que los niños se sientan confundidos y que no puedan expresar sus miedos, temores o deseos, pues los niños perciben, siente que algo está pasando o que algo pasó, pero como nadie les explica no pueden hablar qué sienten frente a eso.

Un adulto que les habla con honestidad y les explica con mucha sensibilidad lo que es morir, hace que los menores se sientan seguros y que se atrevan a expresar sus emociones, pero ¿cómo explicarles qué es la muerte?

La muerte se afronta de distintas maneras, según la madurez cognitiva que la persona tenga. La psicóloga clínica Barbara Kane explica que el desarrollo del concepto pasa por tres etapas.

1. Se adquiere el concepto de separación, es decir, que los muertos no viven con nosotros; y que permanecen inmóviles.
2. Se adquiere el concepto de universalidad, es decir, que todos algún día moriremos; se entiende que es irrevocable que puede ser por un accidente o enfermedad.
3. En la última fase, el niño entiende la muerte como un término abstracto, al igual que los adultos.

¿Cuál es el concepto de muerte que tienen según la edad?

En la etapa prelingüística (0-18 meses): El niño responde al dolor y siente temor si es separado de sus padres. Sin embargo, no tiene concepto de tiempo ni enfermedad.

• En la etapa preescolar (18 meses – 5 años): La muerte es vista bajo la visión del pensamiento mágico, es decir, los muertos comen, caminan, respiran… La enfermedad se entiende como algo que es causada por factores externos o como un castigo por portarse mal.
• Etapa escolar (5 años o más): El niño siente curiosidad por la muerte. Piensa que es selectiva y que sólo afecta a los más ancianos.
• Etapa entre los 7 y 13 años: El niño entiende los conceptos de irreversibilidad, universalidad y permanencia de la muerte.
• Etapa preadolescencia y adolescencia: Entiende que la muerte puede suceder por varias causas, pero emplea la negación ante la amenaza que supone la muerte.

En cada una de estas etapas, se le debe hablar al niño sobre la muerte, pero de forma serena y sin dramatismo. Por su puesto que se puede manifestar tristeza, pero es importante transmitirles la confianza y seguridad de que no estarán solos.

Es importante que tener una escucha activa y permitirle al niño explorar sus miedos a través de dibujos o cuentos, pues de esta forma se evitará que el niño crea que la muerte de su ser querido fue su culpa por haberse portado mal, por ejemplo.

La forma en que se aborde la conversación debe ser según la madurez cognitiva del niño, más que la edad, y respetando las necesidades del menor. Es decir, responder sus inquietudes, aclarar sus miedos… pero siempre, siempre con mucha honestidad y sensibilidad.

Muchos padres o familiares no se sienten capacitados para explicarle a un niño lo que significa la muerte y optan por llevar al menor a una psicóloga, lo que también es una excelente alternativa, pues la psicoterapeuta sabrá explicar y responder las inquietudes del niño y acompañarlo durante el tiempo que le tome asimilar una muerte.

También podrá entregarle herramientas al padre, madre o cuidador para que sepa cómo abordar el tema y en qué momento.

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