El síndrome de la mala madre: ¿qué es y quién lo promueve?

El rol de madre es absolutamente fascinante a la vez que complejo (ya lo hemos hablado antes). Por esta razón, sorprende solo en su justa medida que 6 de cada 10 madres de niños de entre 0 y 5 años declaren haber sido criticadas sobre sus habilidades de crianza, de acuerdo a un nuevo informe de la Universidad de Michigan.

El escrito está basado en una muestra nacional de Estados Unidos, obtenida por la Encuesta Mott a partir de las respuestas de 475 madres con al menos un hijo entre los 0 y los 5 años.

"Nuestros hallazgos abordan las tensiones que las madres enfrentan cuando los consejos de crianza generan más estrés que seguridades y las hacen sentir más criticadas que apoyadas", dice la co-directora de la encuesta y máster en Salud Pública, Sarah Clark.

"Las madres pueden sentirse superadas por tantos puntos de vista contradictorios sobre la 'mejor' manera de criar a un hijo", agregó. "Un consejo no solicitado – especialmente de las personas más cercanas a su hijo – puede ser percibido como sinónimo de que ella no está haciendo un buen trabajo como madre. Eso puede ser hiriente".

En definitiva, se trata a las mujeres como si fueran malas madres.

Los grandes críticos

A diferencia de algunas celebridades que reciben críticas anónimas en redes sociales sobre sus estilos de crianza, la mayoría de las mamás sienten que sus mayores críticos están dentro de su propia familia.

¿Los jueces más frecuentes? Los propios abuelos por parte materna. Un 37% de las madres que respondieron la encuesta sienten que sus decisiones fueron cuestionadas por su padre o por su madre.

El otro progenitor, o bien la pareja de la madre, fue la segunda figura más crítica (36%), mientras que los suegros ocuparon el tercer lugar (31%). Las madres, en tanto, reportaron muchas menos críticas provenientes de amigos, otras madres, comentaristas de redes sociales o el doctor o doctora de sus hijos.

Los temas más criticados

La disciplina es el tema más criticado: un 70% de las madres lo señalaron como un asunto por el que son cuestionadas y avergonzadas. Otras áreas de preocupación son:

• La dieta y la nutrición (52%).
• El sueño (46%).
• El amamantamiento versus la alimentación con mamadera (39%).
• La seguridad (20%).
• El cuidado infantil (16%).

Clark detalla que el tema de la disciplina está más presente si existen diferencias culturales y visiones opuestas –optar por un palmazo correctivo en vez de un "tiempo fuera" para que el niño reflexione sobre su comportamiento—o cuando las reglas son aplicadas de manera muy estricta en vez de dar espacio para que los niños exploren por sí solos.

Viejas técnicas versus nueva información

También las nuevas informaciones e investigaciones sobre la salud y seguridad de los niños suelen cuestionar las prácticas de la "vieja escuela" que otros integrantes de la familia han usado con sus hijos o que vivieron en carne propia.

Al respecto, Clark comenta:

"Los familiares deberían respetar que las madres de niños pequeños puedan tener información más actualizada sobre la salud y seguridad de sus hijos, y que 'lo que solíamos hacer' puede no ser el mejor consejo ahora mismo".

A pesar de que el 42% de las madres dijo que las críticas las habían hecho sentir inseguras respecto a sus elecciones de crianza, también declaran que las alentaron a ser más proactivas.

La importancia de un profesional especializado

Muchas de las madres encuestadas dijeron que pudieron dar respuesta a los críticos luego de consultar a algún profesional de la salud (pediatras y psicólogos infantiles, por ejemplo). En algunos casos, la nueva información obtenida las guió para hacer un cambio en su forma de crianza, pero en otros casos las investigaciones validaron sus opciones como madres.

Además, este grupo de mujeres fue mucho menos propenso a sentirse criticado por los especialistas de sus hijos o hijas que por sus familiares.

"Esto indica que la mayoría de las madres ven a los especialistas de sus hijos como una fuente confiable de información y consejos, no como una crítica", agregó Clark.

"Los proveedores de salud pueden ayudar motivando a las madres a hacer preguntas sobre cualquier duda de crianza, y ofrecer seguridad y consejos prácticos que las ayuden a incrementar su confianza como madres y reducir su ansiedad en torno a una toma de decisión".

Un 62% de las madres en la Encuesta Mott dijo que reciben muchos consejos poco útiles de otras personas; mientras que el 56% cree que las madres son demasiado culpabilizadas, en vez de reconocidas, por el comportamiento de sus hijos.

La mitad de las encuestadas dice que simplemente evitan a las personas que son demasiado críticas.

Clark concluye:

"Es desafortunado cuando una madre se siente criticada a tal punto que limita la cantidad de tiempo que ella y su hijo o hija pasa con un familiar o amigo. Para evitar esa situación, los consejos a madres de niños pequeños deberían ser dados con empatía y motivación".

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