Parejas narcisistas y psicópatas narcisistas

Muchas mujeres en nuestro país son víctimas de violencia intrafamiliar por parte de su pareja. Muchas de nosotras nos preguntamos ¿qué nos hizo mantenernos tanto tiempo en una relación así? ¿acaso somos nosotras el problema? ¿acaso somos nosotras las que generamos la violencia en nuestra pareja por no saber cómo manejar su carácter o por no complacerlo? ¿surgió en nosotras la idea de "cambiar" o "suavizar" el carácter del otro a través de nuestra comprensión, atenciones, empatía y trato?

Si te has planteado estas preguntas, seguramente es porque viviste no sólo con un hombre maltratador, sino con un hombre que te embaucó para que finalmente internalizaras que tú eras la causante, la culpable y finalmente pasar de victima a victimaria y él pasar de victimario a víctima.

El primer paso para superar esos años de violencia, es entender que tú no fuiste responsable, no es tu culpa; simplemente y de forma lamentable estabas involucrada con un hombre que te llevó hacia su dinámica de normalizar estas situaciones violentas y manipularte hasta hacerte sentir responsable tanto de los hechos de violencia, como de aquellas acciones para evitarlos. Esta tarea casi de joyería que realizan estos hombres maltratadores, tiene que ver con una característica (trastorno) de personalidad que habitualmente está presente: la personalidad narcisista perversa.

En este capítulo de tu cuaderno de trabajo y como parte de tu terapia es útil que entiendas de qué se trata.

Los pequeños actos perversos son tan cotidianos que parecen normales. Empiezan con una sencilla falta de respeto, con una pequeña mentira o sutil manipulación. Estos actos se transforman progresivamente en verdaderas conductas perversas que tienen graves consecuencias para la salud psicológica de las víctimas. Al no tener la seguridad de que serán comprendidas, las víctimas callan y sufren en silencio.

Cualquier persona ha manipulado alguna vez a alguien con el objetivo de obtener un beneficio. Casi todo el mundo, en mayor o menor grado, tiene rasgos egocéntricos, necesidad de ser admirado o intolerancia a las críticas. No son rasgos patológicos. La perversidad, en cambio, implica una estrategia de utilización del otro y luego una estrategia de destrucción del otro, sin que se produzca ningún sentimiento de culpa. Y es la falta de culpa y arrepentimiento lo que distingue un "narcisista perverso" del resto de personas.

¿Cómo puede estar con la conciencia tranquila, no tener arrepentimiento ni sentimiento de culpabilidad un manipulador, chantajista, coaccionador y mentiroso? Pues cargando la culpa en los demás, es decir, mediante el mecanismo psicológico de la proyección. La proyección, a grandes rasgos, consiste en atribuir a otra persona, los propios sentimientos, emociones, deseos o fantasías. En palabras de Fritz Perls, es

"la tendencia a hacer responsable al ambiente de lo que se origina en uno mismo. [...] El proyector le hace a los demás lo que él acusa a los demás de hacerle a él."

Así, lo que uno lleva dentro, lo proyecta (y atribuye) en el otro, acusándolo, de la situación de conflicto en que se encuentran o de la maldad sufrida. En ocasiones, los narcisistas perversos verbalizan sentirse culpables, pero generalmente lo hacen para sacar provecho de una situación, nuevamente como un acto de manipulación y de control del otro. Es decir, no es un arrepentimiento genuino sino que instrumental.

El perverso narcisista es un tipo de persona de la que diríamos "pero si es tan inteligente, simpático y atento, nunca me hubiera imaginado que fuera capaz de hacer eso". Hay que tener muy claro que son unos grandes seductores, se relacionan con la gente como la gente espera, no hacen mucho ruido, pueden parecer humildes, calmados, amistosos, tienen don de gentes... todo eso mientras les interese y nadie se interponga en su camino. Primero seduce la víctima, logrando que dependa de él. Y luego la utiliza en beneficio propio, esto significa, privando a la víctima de libertad, dignidad y respeto. Lo hace con sutileza: menospreciando lo que hace, quitando importancia a sus necesidades, desacreditándola...

El perverso intenta que su víctima actúe contra él para poder acusarla de "malvada". Lo importante para él es que la víctima parezca responsable de lo que le ocurre. El agresor utiliza una cualidad o debilidad de su víctima –por ejemplo, generalmente las víctimas de estos "vampiros emocionales" son personas empáticas, con necesidad de entregar y recibir afecto y con una autoestima que puede estar disminuida o que él, con pequeños actos manipuladores y desacreditadores comienza a disminuir para conseguir que ella misma se desacredite. Hacer caer al otro en el error permite criticarlo o rebajarlo, pero, sobre todo, se le proporciona una mala imagen de sí mismo y se refuerza su culpabilidad.

Estar en una dinámica relacional con un perverso narcisista no es fácil de detectar ni tampoco fácil de salir, estas personas buscan mujeres empáticas, para que los entiendan y compadezcan, para que les tengan paciencia. Pero no es recomendable sentir compasión por ellos, porqué la utilizan para coger fuerza y continuar con sus estrategias de aplastar al otro. Para las personas sensibles, empáticas y leales no es fácil dejar de compadecerse, ya que tienen suficiente sensibilidad como para darse cuenta de que lo que hay dentro de un narcisista perverso es vacío y miseria interior. Son hijos/as de familias mal estructuradas o de padres que no han sabido dar el afecto, la empatía y el amor genuino que necesitaron cuando eran niños.

Si fuiste víctima de un perverso narcisista tu trabajo terapéutico a partir de hoy es empezar a darle el nombre técnico y correcto de con quién viviste: un perverso narcisista. ¿Por qué no te diste cuenta a tiempo? Porque justamente es la característica que tienen estas personas. Ser seductores, atentos al principio y a través de un trabajo de joyería mermar tu autoestima, tu seguridad, utilizar tu empatía para volverte dependiente de él.

No eres ni fuiste tú la culpable de nada, simplemente te relacionaste con una persona con este trastorno.

En segundo lugar, es aprender a detectar personas así para no volver a vincularte con alguien similar. No significa estar desconfiando de todos, porque afortunadamente solo un pequeño porcentaje de hombres presentan este trastorno. Pero sí es importante que establezcan estrategias de autocuidado. Pensemos en 3 estrategias de autocuidado frente a estas personas.

En tercer lugar, es comenzar a trabajar con tu autoconcepto y tu autoestima. Para lo cual trabajaremos con técnicas cognitivas para reformular aquellas "ideas erróneas" que este personaje te autoconvenció y centrarnos en el aquí y ahora (mindfullnes) valorando quién eres y cuáles son las fortalezas que has descubierto en ti incluso tras haber vivido con un hombre así.

Si vives una situación similar o saliste de una relación así, pide ayuda profesional para superar esta traumática experiencia y renacer como la persona maravillosa que eres.

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