Cuando la Rabia puede ser tu consejera

La Rabia como emoción puede ser una gran aliada si sabemos como "leerla" y tomamos atención a lo que nos quiere decir. La Rabia puede ser una señal de la cual aprender.

27 ABR 2020 · Lectura: min.
Cuando la Rabia puede ser tu consejera

La rabia, es una emoción que habitualmente tiene "muy mala prensa". Con esta expresión nos referimos en Chile a algo está desprestigiado y por lo tanto, se evita, se esconde, no se valida. Y resulta que la rabia, al igual que todas las emociones, cumple un rol en nuestra vida, tiene un sentido, primero fisiológico y además psicológico.

A nivel corporal, la rabia produce reacciones fisiológicas tales como aumento del ritmo cardíaco, de la presión sanguínea y de algunos neurotransmisores como adrenalina y noradrenalina; gracias a estos cambios biológicos el ser humano ha podido sobrevivir como especie a lo largo de cientos de miles de años, huyendo o atacando cuando ha percibido una amenaza en su entorno. En resumen, la rabia "moviliza a la acción", éste es el papel de la rabia como emoción básica en nuestras vidas.

A nivel cognitivo, la rabia afecta nuestra capacidad para pensar, para razonar adecuadamente, "se nos nubla la mente" y muchas veces terminamos generando daño a otros y a nosotros mismos, más allá de la proporcionalidad que constituía la amenaza.

¿Qué recomendamos entonces cuando aparece la rabia?. Lo primero, reconocer esta emoción, darnos cuenta cuando ella llega a nuestras vidas, reconocerla en nuestro cuerpo. Segundo: tomar distancia. Reconocer la rabia no significa que debamos responder con agresión, son cosas distintas. Lo mejor es alejarnos de aquello que nos está gatillando la rabia. Sólo en el caso de que seamos agredidos físicamente, es esperable que respondamos instintivamente también agrediendo. En todos los demás casos, lo recomendable es retirarnos por un momento, alejarnos para dar curso al paso tres: analizar por qué la situación nos genera rabia. Acá viene lo más importante y que justifica la introducción de este artículo: la rabia nos avisa de que algo, que es valioso para nosotros, se ha pasado a llevar, generándonos una sensación de injusticia. Nos habla, por tanto, de aquello que realmente nos importa, de nuestros valores, de nuestros deseos, de nuestros anhelos. Preguntarnos: ¿Qué sucedió?, ¿por qué me afectó tanto?, podría darnos luces sobre cosas importantes que nos están afectando y que nos obliga a actuar al respecto, generar una Acción, ya sea hablar con quien he entrado en conflicto, escribir una carta, denunciar, protestar apoyarme en otros, canalizar esa energía en alguna actividad física, etc. Siempre hay que hacer algo, incluso aceptar o perdonar, pero de manera activa, consciente.

En resumen, la rabia, y más bien, el procesamiento que hago a partir de la rabia puede hacernos crecer y avanzar en el camino de la superación personal y el bienestar emocional.

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Escrito por

Yasna Nanjarí

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