¿Qué tan homofóbicos somos los chilenos?

La respuesta a la pregunta "¿qué tan homofóbicos somos los chilenos?" tiene altas probabilidades de variar de manera dramática dependiendo de la zona de la ciudad en que preguntemos. O del rango etario de las personas con que nos relacionemos. O de posibles prejuicios y creencias religiosas que posean nuestros interlocutores.

O de una infinidad de otros factores que nos hacen muy diversos – y con una percepción de la realidad claramente distinta.

Por eso en PsicologosOnline.cl recurrimos a un popurrí de recursos, desde los datos duros hasta un testimonio y una revisión exprés del humor nacional, con el fin de determinar si estamos más cerca del extremo "¿Homofóbicos? ¡Todo lo contrario!" o de una respuesta del tipo "El chileno es homofóbico de fábrica".

Los datos

En 2015 existieron 258 casos de homofobia y transfobia en nuestro país, la cifra más alta desde 2002, de acuerdo al Informe Anual de Derechos Humanos de la Diversidad Sexual en Chile, elaborado por el Movilh.

Datos basados en el Informe 2015 de DDHH de la Diversidad Sexual en Chile, Movilh.

¿De dónde proviene parte de este rechazo social? Probablemente de nuestra propia crianza, ya que se manifiesta incluso en nuestra etapa escolar, según recoge el Informe 2015 de Bullying Homofóbico en Chile: Investigación y Acción llevado a cabo por la Fundación Todo Mejora:

Mientras algunos estudiantes se sienten inseguros dentro del colegio por su orientación sexual (8.4%), otros lo hacen por la forma en que manifiestan su género (8,3%) o directamente por su género (5,5%).

Y desde la otra vereda, la del acosador, un 31,4% considera que la razón más frecuente para hacer bullying, poner apodos o acosar a estudiantes en el colegio tiene que ver con las creencias de las personas acerca de la orientación sexual del acosado.

Sin embargo, el documento del Movilh también destaca ciertas iniciativas vinculadas a políticas públicas que resultan significativas, aunque insuficientes:

"El Estado de Chile dio su señal más significativa a favor de las personas intersex al emitir el 22 de diciembre [de 2015] una circular que impide someter a cirugías a los recién nacidos hasta que puedan decidir sobre sus propios cuerpos".

Y, por otra parte, reconoce el avance en la última campaña de prevención del VIH, promovida por el Ministerio de Salud:

"Especialmente relevante fue (...) que la campaña denominada 'Vivamos como vivamos, siempre condón' incluyera parejas de todas las orientaciones e identidades de género, con imágenes que visibilizaban los afectos y la necesidad de la inclusión social".

El humor

Pero, ¿qué tan significativas son estas últimas acciones si al momento de reír utilizamos a la comunidad LGBTI como objeto de mofa?

Basta hacer una rápida revisión de la prensa local para darnos cuenta que en Chile muchos chistes están basados en un estereotipo de hombre gay y afeminado: El Cochiguaz, Yerko Puchento y Tony Esbelt son sólo algunos de los personajes humorísticos que han perpetuado la idea de que la homosexualidad se reduce a un modo de ser unidimensional, escandaloso, chillón y vulgar.

En este sentido, el Festival de Viña del Mar ha sido históricamente una plataforma de gran impacto para el humor y los humoristas locales, muchos de los cuales han recibido ácidas críticas por sus constantes referencias burlonas hacia la comunidad homosexual. Locos del Humor, Oscar Gangas y Hermógenes Conache son ejemplos de artistas fuertemente criticados por el modo en que se han reído de – y no con— la comunidad gay.

Pese a esto, algunos siguen argumentando que reírse con este tipo de rutinas, al igual que con aquellas que incluyen una pizca de machismo, xenofobia, racismo o clasismo, es una práctica sana. Todo lo demás es propio de un tonto grave.

En cuanto a la comunidad lésbica, transexual, bisexual e intersexual, ni siquiera son parte del universo del humor chileno. Están invisibilizados incluso en este ámbito. Quizás los creativos todavía no comprenden cabalmente a dichos grupos y, por tanto, no han dado con el ángulo ideal para parodiarlos.

El testimonio

Más allá de números, informes, estadísticas y revisiones de medios de comunicación, quisimos profundizar un poco más conociendo la opinión que tiene justamente un afectado directo.

Hablamos con J.V., hombre chileno, profesional y homosexual de 33 años, quien tiene una clara respuesta a nuestra pregunta inicial: "Creo que los chilenos somos muy homofóbicos. Si bien se ha avanzado y podría hasta estar de moda el ser pro gay, creo que falta mucho".

¿En qué lo nota específicamente?

"Es típico escuchar en los pasillos de las oficinas cuando pelan o tiran bromas sobre amigos o compañeros que son gays. Y eso que trabajo en un ambiente súper liberal… imagina en otros que son más cerrados y conservadores. En lo personal recuerdo en la universidad o en el colegio las típicas tallas de 'el mariconcito' o la mofa típica de los hombres, cosa que nunca me afectó y que tampoco sentí como tan directa hacia mí, pero en ocasiones sentía una especie de pared que dividía".

J.V. ha tenido la oportunidad de visitar otros países, tanto por periodos de vacaciones como por viajes con estadía más prolongada, lo que le ha permitido hacer una comparación entre la realidad chilena y la de otras latitudes:

"Eso [conductas homofóbicas] no es tan común en otros países. Las parejas andan de la mano en las calles y nadie se da vuelta a mirarlas. En Chile, lamentablemente el morbo puede más y sí lo hacen".

--

Si quieres hablar con un psicólogo respecto a cualquier tipo de tema vinculado a tu sexualidad, sólo tienes que hacer clic aquí y revisar el listado de profesionales que están inscritos en nuestro portal y a la espera de que les envíes una solicitud de consulta.

También tienes disponible un formulario más abajo para que nos dejes tus comentarios, opiniones o experiencias respecto a lo que contamos en este artículo.

Las informaciones publicadas por Psicologosonline.cl no sustituyen en ningún caso la relación entre el paciente y su psicólogo. Psicologosonline.cl no hace apología de ningún tratamiento específico, producto comercial o servicio.