¿Es la comunicación realmente la base de todo buen matrimonio?

Los gurús de las relaciones amorosas están por todas partes: desde autores connotados pasando por figuras televisivas e incluso por nuestra suegra. Sin embargo, una nueva investigación pone de cabeza a muchos al determinar que la buena comunicación no sería necesariamente la responsable de una mayor satisfacción marital.

Se trata de un estudio elaborado por el departamento de Psicología de la Universidad de Georgia y que fue publicado en el Journal of Marriage and Family.

Así explica uno de sus principales hallazgos el autor líder Justin Lavner, profesor asistente en el programa de Psicología Clínica de dicha casa de estudios:

"Pese a que la comunicación y la satisfacción estuvieron correlacionados, la comunicación no fue una buena guía para determinar la satisfacción de las parejas con su relación a lo largo del tiempo".

En palabras simples, el problema estaría en la relación causa-efecto que históricamente hemos establecido para entender el éxito o fracaso de un matrimonio: solemos pensar que si mejoramos la comunicación con nuestra pareja la relación adquirirá más calidad.

Sin embargo, y de acuerdo a Lavner y compañía, verdaderamente en la mayoría de los casos la comunicación no predice la satisfacción, ni tampoco la satisfacción predice la comunicación. Y, en cualquier caso, "fue más común que la satisfacción predijese la comunicación que viceversa", complementó el académico.

¿En qué se basaron? En el análisis de pruebas realizadas a más de 400 parejas recién casadas de bajos recursos que vivían en Los Ángeles. El estudio tuvo una duración de tres años, periodo durante el cual dichos individuos fueron evaluados cuatro veces.

Otros hallazgos significativos fueron los siguientes:

• Las parejas que estaban más satisfechas también demostraron los más altos niveles de optimismo, bajos niveles de negatividad y mayor efectividad.
• Esta 'vuelta de tuerca' permite poner atención, sobre todo en el ámbito de la terapia de pareja, en otros factores que influyen en la satisfacción marital, como los estresores ambientales, las actividades e interacciones de la pareja, y los rasgos de personalidad de las parejas de manera individual.

En definitiva, "es absolutamente correcto decir que las parejas más satisfechas se comunican más positivamente, al igual que lo es decir que las parejas que se comunican mejor en promedio están más satisfechas", pero lo que no es totalmente cierto es la relación causal entre ambos elementos.

En este sentido cabe preguntarse por qué dichos investigadores trabajaron con parejas de bajos ingresos. Y la respuesta es que existen vastos antecedentes que indican que las familias de más escasos recursos están sometidas a estresores únicos que agregan una preocupación financiera al típico periodo de transición y alto estrés que viven las parejas al iniciar sus relaciones matrimoniales.

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