Estigmas de la Depresión

Hoy vivimos en un mundo que no para, que no nos espera, más aún nos exige ser felices, como si fuera una obligación más en nuestro diario vivir.

Nos convertimos en expertos al diagnosticar a otros sus malestares, pero a la hora de mirar dentro de nosotros, comenzamos a evadirnos, a distraernos de lo esencial…nuestro ser. Y estamos claros que no podemos estar alegres todo el tiempo, y entendemos que nuestro interior navega en un vaivén de emociones, pero cuando nos quedamos anclados en la tristeza y comenzamos a profundizar en ella y esta sensación comienza a prolongarse y alojarse en lo más profundo, es cuando podemos decir que nos encontramos en una experiencia depresiva.

Si bien, ésta experiencia nos lleva a una desconexión con nuestra realidad, desde el humanismo consideramos que la intuición es una fuente rica en información en relación a lo que se está experimentando con nuestras emociones. Podemos decir entonces que

"La depresión comienza en el momento en que nos sentimos culpables de no poder mantener a raya el sufrimiento, y dejamos de poder agradecer estar vivos." (John Welwood)

incluso la depresión muchas veces lleva al borde de la muerte, o al suicidio en sí, y esto no es más que el grito desesperado que da nuestro ser desde lo más profundo de nosotros mismos. Este momento se convierte entonces, en una oportunidad única de transformación y autodescubrimiento, de lograr escuchar nuestro corazón y tocar lo más profundo de mi ser.

Para comenzar, de a poco, a recuperar el impulso por vivir, la chispa de vida que nos conecta y nos hace sentir con más energía y nos pone en movimiento. La depresión es más frecuente en personas con actitud y pensamientos negativos y baja autoestima.

Su origen es multifactorial, es necesario ver cada caso de forma única, se caracteriza por la presencia de tristeza, pérdida de interés o placer, sentimientos de culpa o falta de autoestima, trastornos del sueño o del apetito, sensación de cansancio y falta de concentración.

Comienza a dificultar sensiblemente el desempeño en el trabajo o la escuela y la capacidad para afrontar la vida diaria. Por otro lado, cuando caemos en depresión, no solo tenemos que lidiar con lo anterior, sino que además debemos luchar contra el estigma de lo que esto significa. Ya que, no solo es mal visto tener problemas de salud mental sino que, nuestro entorno suele minimizar o normalizar lo que nos está pasando.

Es importante entonces establecer 4 parámetros que nos ayudan a diferenciar una depresión de una tristeza profunda:

1. Duración: La tristeza es pasajera y dura horas o días, la depresión puede durar semanas o meses.

2. Sintomatología: Es más extensa en la depresión que en la tristeza.

3. Tratamiento: La depresión necesita tratamiento específico, la tristeza se suele desaparecer por sí misma.

4. Intensidad: Quien sufre depresión no vive, sobrevive. Resulta fundamental entonces informarnos al respecto y no aportar a los prejuicios y estigmas que se encuentran alrededor de la depresión y otras enfermedades mentales.

Si crees conocer a alguien que pueda estar sobreviviendo a esta realidad te dejo unos Tips para que puedas ser un aporte y convertirte en una ayuda:

Empatiza con esa persona, comprende que intenta poner todo de su parte para salir de la depresión, aunque no lo parezca. Evita alimentar sus pensamientos catastróficos. Respeta que a veces no quiera hacer todo tipo de actividades. Demuéstrale que estás ahí para lo que necesite.

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