Las causas reales de la depresión, según una nueva investigación

Entre las causas de la depresión, habitualmente se indica que se produce por un desequilibrio en los neurotransmisores cerebrales, así como también influyen factores genéticos, fisiológicos, sociales y/o circunstanciales.

Sin embargo, un artículo elaborado por Johann Hari, periodista y escritor que desde la adolescencia padece depresión, indica que existen nueve causas principales que pueden desencadenar la depresión y la ansiedad. Dos de ellas son biológicas y siete son externas. En su escrito, el autor se enfoca en la que -a su juicio- es una de las principales causas de esta enfermedad.

Sus conclusiones las obtiene de una serie de estudios y análisis -elaborados en conjunto con expertos de la salud- realizados durante tres años. Todos ellos fueron realizados durante el periodo en el que se formaba como profesional en la Universidad de Cambridge.

Su objetivo era identificar las causas de la depresión y por qué los antidepresivos no tenían en él el efecto deseado, por qué no se sentía considerablemente mejor después de consumirlos y por qué no eran una solución real a su depresión.

En su proceso de investigación compartió con un investigador de renombre, el doctor Vincent Felitti, quien trabajó con personas con obesidad. Para esto elaboró un programa que resultó ser muy exitoso en su objetivo principal, pues la gran mayoría de los pacientes bajaron considerablemente de peso.

Sin embargo, lejos de sentirse felices con los resultados, muchos de ellos cayeron en profundas depresiones, e incluso con tendencias suicidas, y la gran mayoría volvió a subir de peso.

Mientras el doctor analizaba este fenómeno, conversó con una de las pacientes:

Doctor: ¿Cuándo empezaste a ganar peso?

Paciente: Cuando tenía 11 años.

Doctor: ¿Ocurrió algo en especial cuando tenías 11 años?

Paciente: Bueno, fue cuando mi abuelo empezó a violarme.

Al obtener esta información, Felitti habló con 183 personas que participaban en el programa, fue entonces cuando descubrió que el 55 por ciento de ellas habían sido acosadas sexualmente.

Con esto concluyó que "los traumas infantiles disparaban el riesgo de depresión en los adultos. Si habías pasado por siete categorías de sucesos traumáticos siendo niño, tenías un 3100 por ciento de posibilidades más de cometer un intento de suicidio siendo adulto, y un 4100 por ciento más de probabilidades de consumir drogas inyectables".

En base a estos y otros análisis, Johann Hari indicó que la depresión y la ansiedad no se crean en nuestra cabeza debido a problemas bioquímicos, sino por la forma en la que nos están haciendo vivir.

Esto porque, a su juicio, los niños víctimas de violencia o acaso comienzan a sentirse responsables de los que les sucede como una forma de sentir que tienen el control. Sin embargo, este pensamiento genera un problema mayor, pues si el niño cree que es merecedor de lo que le sucedió, entonces crecerá creyendo que como adulto no merece mucho.

Por esto, el escritor sugiere que una forma de superar la depresión es dejar de pensar en cómo me siento y ponerse a pensar en ¿Desde cuándo me siento así? ¿Qué generó este sentimiento en mí? Y no sólo eso, sino que una vez obtenida la respuesta, compartirla con alguien, de lo contrario, los medicamentos no darán una solución real al problema de depresión.

"Hay que dejar de ver la depresión y la ansiedad como una patología irracional, o como un fallo raro de las sustancias químicas del cerebro. Es terriblemente doloroso, pero tiene sentido. Tu dolor no es un espasmo irracional. Es una respuesta a lo que te está ocurriendo. Para lidiar con la depresión, tienes que lidiar con sus causas subyacentes", concluyó.

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