Evita estas dinámicas tóxicas en tu relación (parte II)

¿Sientes que tu relación no va bien? Quizá ambos estén inmersos en alguna dinámica tóxica que de a poco va minando la calidad de la convivencia entre los dos. Si sufres mucho y estás decidiendo el futuro de los dos, debes examinar los comportamientos cuando están juntos y ver si es que estos te satisfacen a ti o al otro miembro de la relación.

¿Recuerdas que hace unas semanas te mostramos un par de patrones típicos dentro de las relaciones de pareja? Bueno, esta vez repetimos con otros tres que desestabilizan a una pareja:

El patrón fantasma/pegote

Esta situación se da cuando uno de los miembros de la pareja siente que necesita más libertad y espacio; mientras la otra persona considera que todo está perfecto. Esto hace que, mientras el que busca más libertad se aparte, el otro lo siga y se le pegue, desgastando los sentimientos y las ganas de seguir juntos. Según los expertos, esta conducta es uno de los problemas más comunes de las parejas.

El patrón del ¿qué dice el público?

No se trata de que de pronto se aparezca Don Francisco entre ambos, sino que más bien de un patrón de conducta en donde, en vez de solucionar sus problemas directamente, los miembros de la relación transforman la misma en un verdadero reality show para sus amigos, preguntándoles a cada momento sobre qué hacer y contando cada paso que dan.

OK, no queremos que te aisles y sufras a solas con tus problemas, pero hay que saber que una relación de pareja sana posee límites y códigos de privacidad que no es bueno vulnerar. Usualmente esta conducta se da en parejas compuestas por personas inmaduras y que no confían del todo en su pareja, o a las que por alguna razón le tienen miedo. No rehuyas a enfrentar la realidad y conversa calmada y cariñosamente para superar las diferencias que podrían separarlos. Ahora bien, si sientes miedo porque te agrede de forma física y/o psicológica, abandona la relación, busca ayuda de autoridades y ahora sí que sí: refúgiate en tus amigos.

El patrón ley del hielo/pataleo

Ésta es otra muy poco madura manera de acabar con las diferencias. Mientras una de las partes deja de hablar o comunicarse para intentar llegar a un avenimiento, el otro intensifica los reclamos cada vez más, a tal punto que termina pareciendo un niño con pataletas que grita, salta y reclama ante el menor de los estímulos que puedan llevar a incomodarlo o sacarlo de lo que espera de la pareja.

Está bien, quizá esto les funcionó en sus relaciones de adolescencia. Pero para ser una pareja adulta es necesario comportarse de dicha manera, y ofrecer al otro un espacio de escucha y entendimiento que lleve a que las diferencias entre ambos puedan ser comprendidas por cada uno. De este modo se pueden buscar herramientas y estrategias para superarlas.

Claro está que NUNCA debieses hacerle la ley del hielo a tu pareja. Además de ser una actitud muy infantil y denotar una terrible carencia de herramientas emocionales, muchas veces se transforma en una verdadera tortura psicológica.

Tal como lo dijimos en la primera parte de este artículo, Si estos consejos te ayudan, pero sientes que necesitas apoyo profesional, consulta con un experto en terapia de pareja. Tu relación y, sobre todo, tu calidad de vida, te lo agradecerán.

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