​¿Se acabó? Las señales que indican que tu relación terminó

De amor no se muere, pero ciertamente se sufre. No solamente hoy en día, sino que desde el inicio de los tiempos, las relaciones de pareja han sido difíciles de sobrellevar. Y, si bien en la actualidad el tiempo y los traslados muchas veces hacen que nos veamos poco con nuestra media naranja, esto no significa que la monotonía y el tedio no sean capaces de invadir nuestras relaciones.

¿Estás confundida/o?, ¿no sabes si dar el paso de terminar o darle una vuelta a lo de ustedes? La siguiente lista recopila algunas de las señales que aparecen cuando, inequívocamente, se muere la flor:

• Tienes la culpa de todo: Si tu pareja no está dispuesta a conversar ni transar contigo y en todas las discusiones se libera de responsabilidades, es muy probable que todo haya llegado a su fin. La clave de una relación es la comunicación, y culpar al otro por todo significa que ésta ya no existe.
• No tienen tiempo para hacer cosas juntos: Para ser más claros, si uno quiere hacerse el tiempo para determinada actividad, se las arregla e ingenia. Aplazar citas o mostrar desinterés constante por participar en panoramas diferentes habla de un desgaste en la relación, y de que la otra persona quizá crea que ya no vale la pena.
• La relación no mejora: Todas las relaciones pasan por altos y bajos. Se trata de obstáculos que, de una u otra forma, se sobrepasan si existe amor y entendimiento. Si naturalizas que las cosas estén mal y crees que la situación se va a arreglar sola, es mejor replantearse la relación.
• Te interesas por otra gente: Si constantemente fantaseas con personas conocidas, o si sientes atracción por los demás de manera incontrolable, podría significar que tu actual pareja no te llena y que la relación no es lo suficientemente fuerte.
• Tienes dudas: Sigue tu instinto… ¿esa voz interior tuya te dice que tomes una decisión? Escucha bien tu corazón, sincérate contigo y sé capaz de saber bien qué es lo que quieres y necesitas.
• Cambiaron las prioridades: El ser humano cambia siempre, en todo aspecto. En este sentido, no es extraño que muten tus intereses y que evoluciones. Estos cambios también pueden llevarte a tener ganas de no seguir con esa pareja que alguna vez elegiste.
• Se apagó el deseo: Cuando uno de los dos no está sexualmente satisfecho con el otro es porque las cosas no andan bien. Es cierto que en una relación hay puntos con mucho sexo y otros con poco, pero si hace tiempo la cama sirve solamente para dormir, es porque claramente hay un problema.
• Se acaba la confianza: Si te da por espiar al otro, por controlar sus rutinas y por poner en duda sus actividades, significa que la mutua confianza se esfumó. Será mejor cuestionar lo que ambos están haciendo y cuáles son los verdaderos sentimientos involucrados en este vínculo amoroso.
• Cambiaron tus gustos por el otro: Antes te gustaba cómo se vestía, ahora ya no. Hoy en día no toleras esos chistes malos que tanta gracia te causaban al principio. Si quieres cambiar por completo la forma de ser de tu pareja, será mejor cambiar de media naranja o estar sola/o.
• Prefieres pasar todo tu tiempo libre con otros: Si tus amigos ocupan más tiempo en tu agenda que tu pareja, si pasaron de verse todos los días a hacerlo una vez por semana, si en definitiva lo pasas mejor con tus amigos que con tu "amor", la cosa no da para más. O bien hay algo que resolver o bien se trata del fin de una relación donde no existen suficientes valores ni rutinas compartidas.

¿Sientes que acabamos de hacer un resumen de tu vida amorosa actual? Los problemas se pueden solucionar con una Terapia de Pareja.

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